Queremos crear nuestro web, no sabemos nada del mundo de Internet, y no sabemos cuándo ni cómo se considera si está bien hecha o no; o después de acabada y pagada, no sabemos si hemos hecho buena o mala inversión. ¿Cómo saber si mi web está bien hecha?

La respuesta fácil es ‘depende’, pero daremos unas pautas para que sepamos por dónde empezar a valorar un trabajo bien hecho.

  1. Conocer nuestras necesidades y objetivos, y comprobar que nuestro sitio web se ajusta a ellos. El menú y los contenidos deben ser muy específicos, que generen interés para nuestros usuarios o los buscadores, aunque tengamos que descartar los que nos gusten a nosotros. Es el camino para transformar usuarios en clientes.
  2. Ha de tener un uso sencillo e intuitivo, debe ser legible y entendible; esto es lo que se conoce por usabilidad, buscando siempre facilitar la interacción. Es la regla de los 3 clics: si tienes que dar más para encontrar algo, es que debes mejorar.
  3. Diseño esmerado: ha de ser bonito, claro y conciso, agradable a la vista, para que el usuario se sienta cómodo y atraído a la vez. Hay que evitar vínculos rotos que no lleven a ningún contenido e imágenes que no se carguen.
  4. Optimizada en todos los frentes:
    1. Adaptable: Debe verse y funcionar en cualquier navegador razonablemente actualizado, en cualquier sistema operativo, en múltiples dispositivos, y con cualquier resolución de pantalla: si está optimizado para unos, ¿será que no lo está para los demás…?
    2. Veloz: rápida en la descarga, con un tamaño o peso de cada página muy bien ajustado, porque si es muy pesado y tarda en mucho en cargar, los usuarios se irán y los buscadores nos puntuarán peor.
    3. Debe estar preparada para que la encuentren los buscadores de Internet: es la parte de las páginas web que no se ve, pero que resulta imprescindible para que se sepa que existimos. Por ejemplo, añadiendo títulos y descripciones diferentes, con direcciones URL legibles por humanos, destacando palabras clave, etc.
    4. Cumplidora de los estándares de Internet: HTML, CSS, LOPD, LSSI, microformatos, etc. En todas partes y situaciones, es recomendable ajustarse a la ley vigente; en Internet, para estar mejor vistos, lo lógico también es adaptarnos al máximo a la situación y cumplir con los requerimientos que se nos exijan.
    5. Correctamente redactada: el contenido de calidad se reconoce por las correctas ortografía, gramática y semántica, tanto del contenido como del metacontenido (los datos invisibles para los buscadores). No sólo debe cumplir el estándar HTML, sino también el ‘estándar’ lingüístico.
  5. De contenidos actualizables para poder cambiarlos nosotros mismos periódicamente (sin necesidad de conocimientos avanzados de informática) e impedir que nuestro web parezca ‘muerto’.
  6. Debemos incitar a actuar a quienes nos visiten, para que se impliquen con nosotros; podemos hacerlo con formularios atrayentes, valoraciones y comentarios a noticias, participación en concursos, integración en redes sociales, ofertas y cupones, etc. Lo importante es que sientan interés por intervenir y recibir algo a cambio.

De todos estos puntos, nos podemos encargar de revisar personalmente los relacionados directamente con nuestro negocio o proyecto, como son los contenidos, el diseño, etc.

Pero para los asuntos más técnicos, o buscamos la ayuda de algún experto, o podemos emplear aplicaciones online que revisarán nuestra web independientemente de nuestro proveedor.

Estas aplicaciones puntúan nuestra web en diferentes apartados, dándonos una referencia de qué aspectos debemos mejorar o de cómo se ajusta nuestro web a determinados perfiles y estándares.

Al ser genéricos, debemos tener el sentido común de no hacer caso de aquellos apartados que habíamos considerado descartar en nuestro proyecto.

Y estas aplicaciones también nos pueden servir para determinar qué tipo de servicio podemos esperar de diferentes empresas de desarrollo web: basta con comparar algunas de las webs realizadas por cada proveedor que tengamos en mente, y cotejar las puntuaciones que obtienen sus trabajos.

A modo de ejemplo, en Parnet sometemos las webs a un escrutinio de entre 6 y 8 apartados, ¡totalizando hasta 80 puntos de control!

En el portfolio de Parnet.es, hemos ubicado un comparador y analizador de webs para quienes estén interesados en realizar estas evaluaciones. Pero en Internet hay muchas más herramientas. Lo importante es que busque, compare y seleccione con cabeza.

Hablaremos de este tema en el próximo espacio "En un TIC" del programa La Pecatería, de Radio Siberia FM (91.8 del dial).

Si os perdéis el programa, o queréis volver a escucharlo, pronto estará disponible en el podcast de La Pecatería en Ivoox.com