Queremos crear nuestro web, no sabemos nada del mundo de Internet, y no sabemos cuándo ni cómo se considera si está bien hecha o no; o después de acabada y pagada, no sabemos si hemos hecho buena o mala inversión. ¿Cómo saber si mi web está bien hecha?
La respuesta fácil es ‘depende’, pero daremos unas pautas para que sepamos por dónde empezar a valorar un trabajo bien hecho.
- Conocer nuestras necesidades y objetivos, y comprobar que nuestro sitio web se ajusta a ellos. El menú y los contenidos deben ser muy específicos, que generen interés para nuestros usuarios o los buscadores, aunque tengamos que descartar los que nos gusten a nosotros. Es el camino para transformar usuarios en clientes.
- Ha de tener un uso sencillo e intuitivo, debe ser legible y entendible; esto es lo que se conoce por usabilidad, buscando siempre facilitar la interacción. Es la regla de los 3 clics: si tienes que dar más para encontrar algo, es que debes mejorar.
- Diseño esmerado: ha de ser bonito, claro y conciso, agradable a la vista, para que el usuario se sienta cómodo y atraído a la vez. Hay que evitar vínculos rotos que no lleven a ningún contenido e imágenes que no se carguen.
- Optimizada en todos los frentes:
- Adaptable: Debe verse y funcionar en cualquier navegador razonablemente actualizado, en cualquier sistema operativo, en múltiples dispositivos, y con cualquier resolución de pantalla: si está optimizado para unos, ¿será que no lo está para los demás…?
- Veloz: rápida en la descarga, con un tamaño o peso de cada página muy bien ajustado, porque si es muy pesado y tarda en mucho en cargar, los usuarios se irán y los buscadores nos puntuarán peor.
- Debe estar preparada para que la encuentren los buscadores de Internet: es la parte de las páginas web que no se ve, pero que resulta imprescindible para que se sepa que existimos. Por ejemplo, añadiendo títulos y descripciones diferentes, con direcciones URL legibles por humanos, destacando palabras clave, etc.
- Cumplidora de los estándares de Internet: HTML, CSS, LOPD, LSSI, microformatos, etc. En todas partes y situaciones, es recomendable ajustarse a la ley vigente; en Internet, para estar mejor vistos, lo lógico también es adaptarnos al máximo a la situación y cumplir con los requerimientos que se nos exijan.
- Correctamente redactada: el contenido de calidad se reconoce por las correctas ortografía, gramática y semántica, tanto del contenido como del metacontenido (los datos invisibles para los buscadores). No sólo debe cumplir el estándar HTML, sino también el ‘estándar’ lingüístico.
- De contenidos actualizables para poder cambiarlos nosotros mismos periódicamente (sin necesidad de conocimientos avanzados de informática) e impedir que nuestro web parezca ‘muerto’.
- Debemos incitar a actuar a quienes nos visiten, para que se impliquen con nosotros; podemos hacerlo con formularios atrayentes, valoraciones y comentarios a noticias, participación en concursos, integración en redes sociales, ofertas y cupones, etc. Lo importante es que sientan interés por intervenir y recibir algo a cambio.
De todos estos puntos, nos podemos encargar de revisar personalmente los relacionados directamente con nuestro negocio o proyecto, como son los contenidos, el diseño, etc.
Pero para los asuntos más técnicos, o buscamos la ayuda de algún experto, o podemos emplear aplicaciones online que revisarán nuestra web independientemente de nuestro proveedor.
Estas aplicaciones puntúan nuestra web en diferentes apartados, dándonos una referencia de qué aspectos debemos mejorar o de cómo se ajusta nuestro web a determinados perfiles y estándares.
Al ser genéricos, debemos tener el sentido común de no hacer caso de aquellos apartados que habíamos considerado descartar en nuestro proyecto.
Y estas aplicaciones también nos pueden servir para determinar qué tipo de servicio podemos esperar de diferentes empresas de desarrollo web: basta con comparar algunas de las webs realizadas por cada proveedor que tengamos en mente, y cotejar las puntuaciones que obtienen sus trabajos.
A modo de ejemplo, en Parnet sometemos las webs a un escrutinio de entre 6 y 8 apartados, ¡totalizando hasta 80 puntos de control!
En el portfolio de Parnet.es, hemos ubicado un comparador y analizador de webs para quienes estén interesados en realizar estas evaluaciones. Pero en Internet hay muchas más herramientas. Lo importante es que busque, compare y seleccione con cabeza.
Hablaremos de este tema en el próximo espacio "En un TIC" del programa La Pecatería, de Radio Siberia FM (91.8 del dial).
Si os perdéis el programa, o queréis volver a escucharlo, pronto estará disponible en el podcast de La Pecatería en Ivoox.com